El bambú es ecológico ya que crece y se desarrolla sin fertilizantes, pesticidas y sin ningún tipo de aditivo químico. Se descompone rápidamente favoreciendo a la tierra como abono natural y regenerando enérgia. El bambú es antibacteriano y antimicótico debido a una sustancia llamada “kun de bambú” que ayuda a la planta a resistir los ataques de plagas y hongos.